16 de Febrero

Domingo 16 de febrero, ruta con el grupo La Pájara. Se podría resumir en dos partes diferenciadas, la primera de unos 40 kilómetros por carreteras secundarias, tan secundarias que pasaban más ciclistas que coches y la segunda de unos 30 por El Cordon de Merinas.

Empezaba la mañana en el Puente Romano. El grupo ya tenía pensada la ruta así que sin más dilación emprendemos la marcha en busca de la carretera que lleva a Matilla de los Caños. 

La primera zona hasta el piruli, como ya comente en la ruta del día que lo visite, es una zona de subidas y bajadas constantes,a partir de este punto la zona era desconocida para mi, así que como todos los días algo nuevo se aprende. El tramo hasta Matilla de los Caños no es exigente, salvo alguna subida corta, tramos largos y llanos donde la velocidad de los 8 valientes que salimos era lo más destacado. Por la carretera se veía de todo, una piara de cerdos corriendo entre encinas, alguna libre cruzando la carretera, una zorra corriendo al lado nuestro y que se deslizó entre un vallado de alambres, toros de lidia reposando en sus fincas... un montón de fauna que hizo el trayecto más entretenido.

Tras la respectiva parada en Matilla para reponer un poco de fuerzas reemprendimos  la marcha. " Tras unos kilometros por la carretera tenemos que desviarnos a las derecha donde comienza la calzada Merina" decía nuestro ruta Fernando. El grupo en este tramo estaba dividido, unos preferíamos tomar la calzada, y otros preferían terminar la ruta por carretera. Finalmente entramos en la calzada y tras ver que el camino no estaba mal decidimos continuar con la ruta establecida. A pesar de las lluvias de días anteriores el camino estaba bien, con sus charcos, sus zonas de barro que lo único que hacia era añadir peso que mover, zonas desbordadas... y en una de estas vino la anecdota del día, y fui yo el que la protagonizo. A lo lejos del camino se veía un riachuelo que cubría todo el camino, por lo que teníamos que cruzarlo; yo valiente decidí subir la marcha para cruzarlo primero, y aquí casi la lío, al salir del charco bote con la bici, lo que hizo que perdiera el culo del sillín y casi me pillara las partes nobles con la rueda, mientras que con la pierna derecha trataba de descalar la zapatilla y ponerla al suelo. Por fortuna no pasó nada pero el resto de ruta los comentarios " mira Héctor un charco, prueba tu primero" fueron constantes. Finalmente y tras las fotos de grupo volvimos a Salamanca.

En definitiva, otra ruta más descubierta y guardada para posteriores repeticiones, 73km acumulados y poco a poco mejorando las sensaciones.